Casa Navarro: una reforma que transforma lo cotidiano en inspiración

El hogar es mucho más que un espacio físico, es el reflejo de quienes lo habitan. Casa Navarro es un ejemplo perfecto de cómo la arquitectura y el diseño pueden transformar una vivienda en un refugio cálido y funcional. A través de una reforma integral, esta casa pasó de ser un espacio limitado a convertirse en un hogar acogedor, donde la estética minimalista y la funcionalidad conviven en perfecta armonía.

¿Cómo comenzó este proyecto?

Todo inició con un sueño: crear una vivienda compacta, fácil de mantener y con un diseño que priorizara la luz natural. La casa original tenía divisiones que limitaban la circulación del aire y la entrada de luz, por lo que el primer paso fue derribar paredes para unificar espacios y aprovechar cada rincón de la mejor manera posible.

“Queríamos cortar el pasto mientras prendíamos el fuego”, recuerdan sus dueños, Clara y Rafa.

Esa idea marcó cada decisión del proyecto: desde la compra de la casa original de 70 m² cubiertos hasta su transformación en una vivienda de 100 m², con galería, pileta y un pequeño jardín, todo pensado para disfrutarse a diario.

Una reforma pensada para la vida cotidiana

Se buscó que cada detalle estuviera alineado con la funcionalidad y la comodidad. Se trabajó con materiales nobles como el hormigón alisado, la madera y tonos cálidos y monocromáticos, logrando un ambiente sereno y atemporal.

El proyecto incluyó:

• Ampliación de los espacios interiores mediante la demolición de paredes innecesarias.

• Incorporación de grandes ventanales para conectar el interior con el exterior y potenciar la luz natural.

• Optimización de la distribución, asegurando fluidez en el uso de los ambientes.

La luz, un elemento protagonista

Uno de los deseos más importantes de los dueños era que la casa estuviera siempre iluminada con luz natural. Para ello, se diseñaron ventanales estratégicos y un techo vidriado sobre vigas, que permiten que el sol bañe los espacios a lo largo del día.

“La caja es monocromática, continua, sin zócalos. Y elegimos un tono visón porque el blanco puro nos parecía demasiado frío” – explican Clara.

La transparencia del vidrio no solo aporta luz, sino que también ayuda a conectar con el jardín, logrando una sensación de amplitud y frescura.

Un hogar conectado con la naturaleza

La distribución de Casa Navarro responde a una lógica sencilla: vivir con comodidad y en conexión con el exterior. La galería se orientó estratégicamente hacia el este para aprovechar el sol de la tarde, y la pileta se ubicó en el fondo para absorber la mayor cantidad de luz solar posible.

La elección de materiales también refuerza esta idea de conexión con la naturaleza. El uso de madera, hormigón y colores neutros crea una atmósfera relajante y acogedora.

Un dormitorio pensado para el descanso

El dormitorio principal se mantiene como un espacio íntimo y cálido. Con vistas al jardín, grandes puertas corredizas y muebles a medida, se logró un ambiente armónico que combina lo estético con lo funcional. Se conservaron elementos originales como el piso de parquet, que fue restaurado y laqueado para mantener su encanto y durabilidad.

Un hogar con alma propia

Casa Navarro no es solo un proyecto arquitectónico, es una historia de transformación. Cada decisión en la reforma fue tomada con amor y con el objetivo de crear un hogar cálido, funcional y en armonía con la naturaleza.

Este antes y después demuestra que, con una visión clara y un equipo de diseño comprometido, cualquier espacio puede convertirse en el hogar de nuestros sueños.